Obras
Las obras artísticas más destacadas del inmueble son:
El retablo mayor
El retablo mayor es rococó, en forma de exedra, intentando simbólicamente con su forma el abrazo con los fieles que se sitúan en la nave. Imágenes de la Escuela de Salzillo flanqueaban la del titular, moderna tras la destrucción de la primitiva.
Otros retablos
Dignos de mención son, asimismo, el retablo del Cristo de la Caridad, a caballo entre el siglo XVII y el XVIII. El de San Juan de la Cruz, en el crucero, del siglo XVII; los laterales de la Inmaculada y Santa Teresita, ambos del siglo XVIII, aquél albergaba una buena imagen barroca; y frente al de San Juan de la Cruz el de la Reformadora y fundadora del convento, simulado, como el que lo enfrenta, también del siglo XVII.
El púlpito y la mesa de altar
El púlpito es de forja, del siglo XVIII, conservado afortunadamente tras las inevitables reformas postconciliares que tantos desmanes artísticos han acusado en los monumentos religiosos.
Las monjas, con buen gusto, han transformado el presbiterio con una mesa de altar de mármol rojo que consagró el Obispo Roca Cabanellas coincidiendo con las celebraciones del Cuarto Centenario de la Fundación, en el mes de octubre de 1976.
Cancela, órgano y aguamanil
La cancela que forma la entrada es rococó, pintada con rocallas características, igual que el órgano. El aguamanil de mármol anaranjado, es también obra de cantería del siglo XVIII.