"Murcia de ferias y toros
Murcia de las procesiones,
Murcia de los carnavales
Y Murcia la de las flores.

Murcia de huertos cuajaos
De naranjos y rosales.

¡Tan lejicos, y el aroma
siento de tus azahäres!...'

Del poema 'Murcia, la de las flores' de Vicente Medina (1866-1937)

    Dicen que la primavera comienza -oficialmente- el día 21 de marzo, pero no deja de ser una clasificación más de los hombres y, como tantas otras, tampoco es cierta, o mejor dicho, tampoco abarca la realidad, la totalidad, la naturaleza que, una vez más, demuestra que es superior, más compleja y completa que el limitado conocimiento humano y su obsesivo afán por segregar, clasificar, abarcar lo inabarcable, para tal vez así comprenderlo mejor.

    Por primavera entendemos la época del año que continúa al invierno y a dicha estación asociamos el renacer de la naturaleza: Brotan las hojas en los árboles, florecen las plantas, recobran su actividad los insectos, salen a celo los animales, bullen las hormonas, todo el universo parece removerse, regenerarse.

    Porque la primavera es todo eso, en mi opinión, el pistoletazo de salida de la primavera en la Región de Murcia es la floración del almendro en nuestros campos y huertas. Como bellamente expresa el poeta Vicente Medina:

'Tempranerica me has salido
como la flor del almendro'.

    En febrero, esta temprana floración nos anuncia la subida de la energía almacenada en las raíces y los troncos.

    Qué duda cabe que todavía están por venir fríos, que por cierto a veces malogran las futuras cosechas de almendras; o que el lleno de la primavera, es decir, cuando ésta se manifiesta con todo su esplendor y fuerza, no se alcanzará hasta finales de del mes de marzo y, sobre todo, de abril; pero con la flor del almendro y el zumbido de las abejas podemos sentir que el invierno está llegando a su final.